No tengo miedo a reconocer que te quiero,
que te quiero como a nadie. No tengo vergüenza de decir lo feliz que soy
contigo. Tampoco me importa que la gente se dé cuenta de lo embobada que me
quedo mirando un sitio fijo pensando en ti, ni que se den cuenta que al
hablarme no me entero de lo que me dicen, o de que mi mirada se pierde buscando
la tuya. No tengo ningún miedo a confesar la verdad, a decir que no quiero que
me faltes nunca, a decir que yo sin ti no soy nada. No me da miedo decir que no
me imagino un día sin ti, sin tus mensajes, palabras, miradas... Siento decir
que no puedo verte todos los días, pero piensa que estaré pensando en ti, y lo
gritaré si hace falta. Contaré las horas que faltan para poder volver a verte.
Me da igual lo que piensen o lo que digan los demás. Tú lo eres todo para mí y
me dan igual las opiniones de los demás. Jamás habrá nada que haga cambiar todo
lo que siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario